Depresión Infantil

DEPRESIÓN INFANTIL

La OMS registra un 3% a 5% de la población infantil con ésta patología y se ha demostrado también, que en 3 meses de psicoterapia, son remitidos los síntomas; y que la mejor medicación psiquiátrica está en los antidepresivos, inhibidores de la recaptación de la serotonina.

Sintomatología General: (puede cambiar según la edad y características particulares de cada niño)

  • Irritabilidad elevada, ira y hostilidad extrema
  • Tristeza frecuente o cuadros de labilidad
  • Sentimientos de desesperanza
  • Disminución de su interés en actividades, o dificultad para divertirse en actividades que antes eran sus favoritas
  • Aburrimiento persistente
  • Falta de energía o cansancio
  • Aislamiento social o falta de comunicación
  • Baja autoestima o sensación de culpa o responsabilidad por cosas malas que pueden pasar
  • Sensibilidad extrema al rechazo o poca resistencia ante los fallos o errores
  • Quejas frecuentes sobre problemas físicos (dolores de cabeza, de estómago, mareos, náuseas) sin ninguna causa médica comprometida.
  • Ausencias al colegio, o disminución del rendimiento escolar
  • Problemas de concentración
  • Cambios en los hábitos alimentarios o del sueño

¿Cómo podemos ayudar a un niño con depresión infantil?

Los padres, educadores, profesores y demás personas que forman parte del entorno del niño, pueden ayudar más de lo que creen. Algunas de las formas para llevar esto a cabo son:

1.ELOGIARLO, de forma frecuente y sincera. Es importante decirle al niño lo que hace bien en ese momento, e intentar conocerlo a fondo para darnos cuenta de lo que piensa de sí mismo, las virtudes y defectos que cree poseer, y ayudarle a reestructurar los pensamientos considerados negativos; por ejemplo, reforzando siempre los pensamientos positivos y ayudarle a encontrar los que no reconoce.

2.FRENTE A LA SENSACIÓN DE CULPABILIDAD, intentar que su lenguaje sea en un tono positivo, ayudarle a distinguir, dando las razones adecuadas, entre los acontecimientos que él puede controlar y los que están fuera de su alcance, y no culpabilizarse por éstos últimos; por ejemplo, ayudarle a identificar la diferencia del mundo de los niños y de los adultos en cuanto a las responsabilidades.

3.ESTABILIDAD FAMILIAR, anticipar cualquier cambio que se vaya a producir en el sistema familiar, explicando la razón de ellos; por ejemplo, en un lenguaje adecuado a cada edad, para reducir sus preocupaciones. O establecer una rutina diaria con explicaciones claras, sencillas, precisas y contingentes.

4.DESESPERACIÓN e IMPOTENCIA. Si bien la expresión emocional es esencial, debemos dotar al niño de herramientas para identificar y hablar de sus emociones. Podemos pedirle que escriba en una libreta sus pensamientos positivos de 3 a 4 veces al día. De esta forma, éstos irán aumentando, y se la expresión de emociones se verá favorecida. (tener un frasco grande y transparente, donde él vaya guardando las emociones positivas, y sentarse con un adulto a revisarlos, terminada la semana).

REFERENCIAS

RED CENIT, “DEPRESIÓN INFANTIL: ¿cómo ayudar a un niño con síntomas depresivos?”, septiembre 2018, rescatado de https://www.redcenit.com/depresion-infantil-como-ayudar-al-nino/ el 1 de abril de 2021

FAROS, “Depresión en niños, información para padres y familiares”, enero 2020, rescatado de https://faros.hsjdbcn.org/es/articulo/depresion-ninos-informacion-padres-familiares el 1 de abril de 2021

Escrito por: Ethelyn Pinto

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