El DSM (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders), es el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales de la asociación americana de psiquiatría (American Psychiatric Association, APA). El manual contiene descripciones de síntomas, entre otros criterios que son necesarios para poder diagnosticar trastornos mentales. Los criterios de diagnóstico, es decir las reglas o normas por las que se establece un juicio o se toma una determinación, facilitan el lenguaje común entre los distintos profesionales de la salud como psicólogos y psiquiatras dedicados a la psicopatología. Ellos establecerán los criterios con ayuda del manual de diagnóstico y así, podrán asegurar con exactitud el diagnóstico de una persona siendo precisos y consistentes. Por esto, el DSM no tiene la pretensión de explicar las patologías, sino proponer tratamientos farmacológicos o psicoterapeúticos.
De manera general, el DSM es un sistema de calificación aceptado por otros profesionales en cuanto a todo lo relacionado con diferentes trastornos, ya sea para el diagnóstico clínico, la investigación y la docencia. Este sistema debe ser utilizado siempre por un profesional con experiencia en el área clínica porque se utiliza como una guía que debe ir acompañada de un juicio clínico, conocimientos profesionales en el área y los criterios éticos necesarios.
Como parte de su historia, el manual DSM en su primera versión, siglo 19, con el psiquiatra alemán Kraepelin, surgió de la necesidad de crear una clasificación de trastornos mentales; entendiendo a los trastornos mentales como un patrón comportamental o psicológico de significación clínica que manifiesta una persona como parte de una disfunción psicológica o biológica. A partir de esta necesidad se recolectó datos estadísticos con los trastornos mentales y se elaboró una nomenclatura aceptable para la comunidad científica.
El DSM como una herramienta de diagnóstico propuso en versiones anteriores la evaluación multiaxial, es decir que se manejaban ejes para describir el funcionamiento de las patologías de una persona. Estos ejes consistían en:
- Eje I: Describir el trastorno o trastornos psiquiátricos y la sintomatología presente.
- Eje II: Identificar algún trastorno de personalidad.
- Eje III: Especificar otras afecciones médicas.
- Eje IV: Descripción de tensiones psicosociales del paciente (duelo, desempleo, etc.).
- Eje V: Evaluación del funcionamiento global del paciente en relación de lo psicológico, social y ocupacional.
El DSM-5, se siguen evaluando las misma áreas, pero en formato no axial, es decir sin ejes. El que los diagnósticos estén separados de los factores contextuales y psicosociales es también coherente con las guías de la CIE (Clasificación Internacional de Enfermedades) y de la OMS (Organización Mundial de la Salud) ya consolidadas, que consideran el estado funcional del individuo aparte de sus diagnósticos o de su situación sintomatológica. Actualmente y en las últimas versiones del DSM, existe mucha información nueva sobre neurología, genética y las ciencias del comportamiento humano que amplían y mejoran los conocimientos que ya se tenían sobre las enfermedades mentales.
Escrito por: Sheila Gutiérrez Chavarría